La semilla del blues atravesó el océano en el fondo de las sentinas de los buques negreros, entre cadenas y llanto, entre dolor y muerte.
En el sur fértil, surcado por grandes ríos como los de su tierra natal, hombres de color sin nombre la plantaron en las tierras del amo blanco.
Germinó en los campos de algodón, creció entre la caña y el tabaco.
Enraizó en el campo de batalla por la libertad fertilizado por la sangre derramada por todos los bandos.
Recorrió largas rutas hasta llegar al norte poderoso y se asentó en los suburbios industriales, junto a las cadenas de montaje.
Se injertó con electricidad y engendró al poderoso rock'n roll.
Se fusionó con ritmos y estilos originarios de otros continentes.
Y sigue ahí alimentando almas sometidas y maltratadas, moviendo cuerpos, despertando sentidos, generando sentimientos, infundiendo esperanza y fuerza para seguir luchando por la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario